Fernando, quien vive cerca de 2438 S Avers Ave, Chicago, IL 60623, llegó a mí en busca de ayuda, devastado por una situación triste. Su relación con Marcela, su esposa de más de 10 años, había sufrido un golpe duro. Marcela había pasado por una delicada situación de salud, y Fernando, amoroso y dedicado, había estado a su lado en cada momento, cuidándola, llevándola al médico y acompañándola en su tratamiento. Los meses de cuidado constante dejaron a Fernando exhausto, pero su mayor preocupación era el bienestar de Marcela. Con el tiempo, ella comenzó a recuperarse, y Fernando se sentía feliz al verla mejorar. Sin embargo, no se dio cuenta de que, durante su convalecencia, Marcela había conocido a alguien más en el hospital. Mientras él se sacrificaba por ella, Marcela se alejaba, sintiendo afecto por esta otra persona. Cuando el tratamiento de Marcela terminó, tomó la decisión de abandonar el hogar, dejando a Fernando sumido en una tristeza profunda. Buscó mi ayuda, y juntos comenzamos un proceso de amarres de amor diseñado especialmente para su situación. Aunque el camino fue más difícil de lo esperado, al cabo de un mes, Marcela empezó a llamar a Fernando, expresando su añoranza por sus cuidados y mostrando señales de arrepentimiento. Poco a poco, sus sentimientos cambiaron, y se acercó nuevamente a su esposo. Finalmente, renovaron sus votos y se casaron de nuevo. Hoy, Fernando y Marcela están juntos y felices, y yo me siento dichoso de haber podido ayudar a esta pareja.